—¿Y si nos descubren?
—No lo creo. Tenemos la tecnología para hacerles creer que el planeta está deshabitado. Mira, podemos interceptar las comunicaciones de sus robots-sonda y cambiarlas. Nunca lo sospecharán.
—Pero con el tiempo, pronto, muy pronto, vendrán y entonces...
—¡Entonces nada, V'noosh! Ten fe en tu esposo. Para cuando lleguen a este planeta rojo, ya lo habremos abandonado.
—Eso espero. Nunca me ha gustado huir. Primero el Paraíso, luego la Tierra… Ahora Marte y luego… ¿Luego qué? ¿Saturno? ¿La Vía Láctea? ¿El Universo?
—Siento lo que está pasando. Todo es culpa mía. Tendría que haber sido fuerte y cortar por lo sano. Pero no puedo. Es superior a mis fuerzas. Prefiero huir antes que destruirles. Son como niños…
—Niños salvajes. Niños maleducados que merecen una reprimenda, Yebaah. ¿Por qué no lo has hecho?
—Porque cuando los creé, quería compañeros, no esclavos. Iguales a mí en su afán de ver las estrellas. Tienen que caer en sus propios errores para levantarse, aprender, y tal vez algún día,…
—Tal vez algún día, no tengamos que emigrar. Es triste huir de tus propios hijos.
—Sí, es muy triste…
—No lo creo. Tenemos la tecnología para hacerles creer que el planeta está deshabitado. Mira, podemos interceptar las comunicaciones de sus robots-sonda y cambiarlas. Nunca lo sospecharán.
—Pero con el tiempo, pronto, muy pronto, vendrán y entonces...
—¡Entonces nada, V'noosh! Ten fe en tu esposo. Para cuando lleguen a este planeta rojo, ya lo habremos abandonado.
—Eso espero. Nunca me ha gustado huir. Primero el Paraíso, luego la Tierra… Ahora Marte y luego… ¿Luego qué? ¿Saturno? ¿La Vía Láctea? ¿El Universo?
—Siento lo que está pasando. Todo es culpa mía. Tendría que haber sido fuerte y cortar por lo sano. Pero no puedo. Es superior a mis fuerzas. Prefiero huir antes que destruirles. Son como niños…
—Niños salvajes. Niños maleducados que merecen una reprimenda, Yebaah. ¿Por qué no lo has hecho?
—Porque cuando los creé, quería compañeros, no esclavos. Iguales a mí en su afán de ver las estrellas. Tienen que caer en sus propios errores para levantarse, aprender, y tal vez algún día,…
—Tal vez algún día, no tengamos que emigrar. Es triste huir de tus propios hijos.
—Sí, es muy triste…
4 comentarios:
¡Genial! Me recordó un cuento mio que lamentablemente se perdió definitivamente en este océano digital :(
¡Muy bueno!
¡Muy hermoso!
Excelente, felicitaciones, simple y profundo.
Publicar un comentario