Herr Hammeln fabricaba excelentes bandoneones. Todas las iglesias tenían uno y el negocio daba pingües beneficios. Hizo dos descubrimientos, uno relacionado con la galatita para los botones: ésta era excepcional si usaba leche de ratas (necesarias para la cola, por otra parte). Para proveerse de animales desarrolló un método de seducción usando un bandoneón: mientras marchaba, las ratas lo seguían.
El otro descubrimiento fue que las manos de los niños eran capaces de colocar los botones mejor que nadie, así que también se dedicó a recolectarlos con idéntico procedimiento.
El otro descubrimiento fue que las manos de los niños eran capaces de colocar los botones mejor que nadie, así que también se dedicó a recolectarlos con idéntico procedimiento.
Imagen: Waves and Wind de Boris Indrikov
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