sábado, 11 de diciembre de 2010

Al pedo, pero temprano - Saurio


Al que madruga, Dios lo ayuda.
Esto le complica bastante la existencia a Dios, quien quisiera no tener que ayudar a tanto pelotudo mañanero. Dios preferiría que la gente durmiera hasta tarde y lo dejaran en paz.
Pero, lamentablemente, no es así y el pobre está obligado a darle una mano a todos los madrugadores, quieran estos o no (estos últimos son los peores, porque si bien Dios es todopoderoso, su capacidad de doblegar la tozudez es limitada, culpa de la cláusula del libre albedrío). Es más, en varias ocasiones Dios tuvo que ayudar a madrugadores con tareas que iban en contra de Sus propios intereses. Los iconoclastas, blasfemos, herejes, apóstatas y otros enemigos de la religión se sienten algo desconcertados por la asistencia divina. Sin embargo, cosa curiosa, no la rechazan. Incluso hasta les parece divertido.
Lo peor es que, ni bien termina de ayudar a todos los madrugadores, Dios tiene que ir a darle pan a los que no tienen dientes, apretar sin ahorcar y perdonar averiguando menos.
Dios está muy cansado.
Muy, muy cansado.
Y mañana tiene que levantarse temprano, para ayudar a quienes madrugan.

Imagen: DeviantArt. Autor: ElNido

6 comentarios:

Claudia Sánchez dijo...

Buenísimo Saurio! Me encantó!
Saludos!

gevidal dijo...

Buenisimo. Me hubiera encantando escribir este breve. ¿Puedo invocar copyright de deseo?

Alvaro dijo...

Clap, clap, clap

PD: por las dudas mañana me levantaré tarde

Sergio Gaut vel Hartman dijo...

Los creyentes se lo pierden. El dios de los ateos ni madruga ni ayuda a nadie; es un dios más bien egocéntrico e indisciplinado, rioanarquista y vago, pero en cambio tiene la ventaja de que no se siente culpable por las macanas ajenas y una más, fundamental, tiene un cuerpo de asesores encabezado por Saurio y varios cuerpos más, descartables, de papel maché y piolines.

David Moreno dijo...

jaja si el muy cabrón no hubiera descansado el séptimo día... ahora toma!

Un saludo indio

Laura dijo...

me quedo con el dios del cuento, el responsable y generoso, aunque cansado, se ve que cumple y no debe traerte los problemas insoportables y al pedo de los egocentricos rioanarquistas que en general les importa un pomo el malestar diario que generan en la vida de los demas por cuestiones de capricho. Y la cantidad de fieles que tiene, casi tantos como los espectadores de Tinelli. Epa, muy agresiva, es que soy atea.