martes, 7 de diciembre de 2010

Decisiones - Daniel Sánchez Bonet

Leocadio nunca decidió venir a este mundo aquella madrugada de septiembre. La comunión la tomó porque así lo marcaba la tradición familiar. Sus sobresalientes en la escuela llenaron durante mucho tiempo el orgullo maltrecho de su padre. Su primer y único amor, Lucía, le traía en mente una foto en blanco y negro de su madre. Su boda, fue el día más importante para sus familiares más cercanos. De su trabajo, siempre le dijeron que dignificaría su alma. La hipoteca logró por fin pagarla después de 35 años…
Una noche, Leocadio apareció colgado de una cuerda en la cocina de su apartamento recién costeado. Ese mismo día, nadie supo a dónde se dirigía, ni siquiera sus padres.
La longitud y grosor de la cuerda las eligió él mismo.

3 comentarios:

gabrielabaade dijo...

Muy bueno.

Anónimo dijo...

Muy bien, me sacó una sonrisa cómplice ese final. Retrata el drama de muchos. Saludos.

Julio Genissel dijo...

Que triste es el cuento. Lo peor es que todos somos un poco Leocadio. No tenemos quien narre con tanta precisión y síntesis nuestras vidas, pero y si lo hubiese... ¿cuantas cuestiones vitales se han resuelto por influencia de los demás? ¿Que es decidir por uno mismo, si las opciones siempre son limitadas, tanto por nuestras posibilidades como por las externas?
En cuanto a Locadio ¿qué o quién hizo que repentinamente mirase su vida tan criticamente? Sugiere una frustración acumulada, en tal caso Locadio toma la decisión más relevante que puede tomar un ser humano. Una cuerda la elige cualquiera, matarse no.
Abrazo