miércoles, 18 de mayo de 2011

Amisopatía - Alejandro Domínguez



Las guerras habían cesado; el mundo entero convivía en paz. La gente era amable con sus conocidos y con los desconocidos. Todo desde la aparición de una rara enfermedad que destruía el gen del odio. El planeta completo se encontraba en plena tranquilidad… hasta que un científico, financiado por la ONU, desarrolló una vacuna y todo volvió a ser como antes.

1 comentario:

Javier López dijo...

Ese estado de las cosas no podía ser. El odio vende!!!