—Bueno, señora, vea. El juego de dados en sí no es peligroso. Pero su hijo diosito se los arroja a los otros niños y ahí sí. Podría haber galaxias en el medio, ¿vio? El Universo está pobladísimo. Y eso sí podría producir daños. Ahí tiene la Tierra, por ejemplo. Mire cómo quedó.
Héctor Ranea
3 comentarios:
este dios es más travieso que un nene malcriado por el diablo...hay que ponerlo derecho, que crezca derechito como un árbol...
muy bueno Don Ogui...
Lo peor no fue cómo quedó la Tierra, sino cómo quedamos los que habitábamos en ella.
Muy bueno, Ogui.
¡Gracias! Pero ¿qué me cuentan de la ilustración? ¡Gracias seleccionadora!
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