Existe una leyenda en la que se cuenta que en una región del norte, existe un paraje en el cuál, se dice que cualquier objeto y todo lo que tenga que ver con él, que sea enterrado ahí, se borrará de la memoria de su antiguo poseedor.
Así, muchos han sepultado cosas que les traen malos recuerdos, malos ratos, objetos que les revelan infidelidades, objetos comprometedores que los incriminan.
Una vez que las cosas han sido enterradas y uno se aleja del paraje, olvidará también que se haya encontrado en ese lugar.
Sé que la leyenda es cierta, pues esta mañana encontré en el cuarto de los trebejos mi pala, aunque no recuerdo haberla utilizado, tiene fragmentos de cieno y tierra fresca que demuestran que fue empleada recientemente.
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