martes, 16 de agosto de 2011

Bumerang - Nana Rodríguez Romero


En el país del olvido, un académico se ufanaba de considerar que la historia no servía para nada.
–Lo pasado, pasado, lo que hay que hacer es prospección –decía, como si fuese un iluminado.
Los presentes apenas sonreían pues, como en la fábula del rey desnudo, el hombrecillo en su cuarto de hora estaba convencido de ser un vanguardista por negar la historia y sólo mirar hacia el futuro.
Años después, en la soledad de su retiro, sollozaba, pues su nombre y su imagen no figuraban en los archivos de la institución.