miércoles, 5 de octubre de 2011

El árbitro complaciente - Carla Dulfano


Gómez, el árbitro de fútbol, de chico era muy complaciente, le gustaba dar la razón a todos. Cuando sus padres se separaron les dijo que ambos tenían razón en detestarse. Lo desheredaron inmediatamente.
De joven lo contrataron para arbitrar entre dos clubes barriales.
—Pujol tocó la pelota con la mano —dijo Ramírez, un jugador.
—Tiene razón —dictaminó el árbitro Gómez.
—No la toqué —replicó Pujol con una voz profunda y gutural.
—Usted también tiene razón —aseguró Gómez.
Ramírez y Pujol se arrojaron sobre el árbitro con furia.
Un enfermero vino con la camilla para auxiliarlo. Le dijo:
—Pero Gómez, no puede darle la razón a todo el mundo.
—¿Sabe una cosa? Usted también tiene razón.
Ese fue el fin de su carrera. Tiempo después, alguien lo encontró viviendo en una plaza. Mediaba entre dos palomas que se disputaban una miga de pan, hasta que una le picoteó un ojo…


Acerca de Carla Dulfano

1 comentario:

Olga A. de Linares dijo...

¡Grande, Carli! Tienen razón los que dicen que no se les puede dar la razón a todos...