ALICIA EN UN PAÍS QUE NO ES NINGUNA MARAVILLA
Jorge Martín
No vio el conejo, pero sí la zanahoria de oro que paso veloz delante de ella y se introdujo en un estrecho túnel con un apuro tremendo. Corrió tras ella, pensando que si la conseguía iba a solucionar sus problemas y los de su familia. No había manera de alcanzar la escurridiza daucus carota, alguien detrás manipulaba un juego que la dejaría con la lengua afuera. Ni té, ni reinas iban a distraerla pero eso no mejoro la performance y cuanto más se esforzaba más lejos estaba. Volvió a su jardín después de muchas vueltas. ¿Qué aprendió de este audaz viaje iniciático? Nunca correr tras algo con patas que merece estar en una ensalada.
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