VISITA AL MEDICO
Alejandro Bentivoglio
El médico es un hombre circunspecto que me examina con calma y en silencio. Luego, me anuncia en voz grave toda clase de males de dudosa curación y me receta una docena de drogas de nombres de exégesis imposibles.
Para despedirme, antes de la llegada del siguiente paciente, fuerza una sonrisa cadavérica. Quizás creyendo que no he notado la tierra que llena los bolsillos de su inmaculado guardapolvo blanco.
Para despedirme, antes de la llegada del siguiente paciente, fuerza una sonrisa cadavérica. Quizás creyendo que no he notado la tierra que llena los bolsillos de su inmaculado guardapolvo blanco.
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