lunes, 29 de septiembre de 2008

Kafka y el perro - José Vicente Ortuño



—Todo el conocimiento, la totalidad de preguntas y respuestas se encuentran en el perro —sentenció Franz Kafka.
El can no comprendió los sonidos que emitía. Conocía los correspondientes a cosas de comer, pero el tipo no parecía querer alimentarlo.
—A partir de cierto punto no hay retorno —añadió palmeándole la cabeza—. Ese es el punto que hay que alcanzar.
El animal emitió un gañido y se sentó.
—Todos los errores humanos son fruto de la impaciencia —continuó pensativo—. Interrupción prematura de un proceso ordenado, obstáculo artificial levantado al derredor de una realidad artificial.
El chucho se tumbó, aburrido y hambriento.
—El mejor método para matar gatos, que siempre se aferran tenazmente a la vida: apretarles el cuello en una puerta abierta y tirarles la cola —afirmó.
El perro se levantó y movió el rabo. ¡Por fin hablaba de algo interesante!


No hay comentarios: