Es difícil criarlos por su costumbre de estar y no estar al mismo tiempo, y se debe tener mucho cuidado con ellos con eso de que pueden estar muertos o no simultáneamente, sin embargo, los gatitos de Schrodinger son bastante apreciados entre los intelectuales, y sobre todo por los amantes de la obra de Carroll, ya que todos saben que son descendientes directos de Gato de Cheshire.
domingo, 28 de septiembre de 2008
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