LONDON TIMES
José Luis Zárate
Con qué horror, espanto, con qué maravilla leyó lo concerniente al extraño caso del Dr. Jeckyll y el señor Hyde. Llegó a tocarse la frente para saber si era la fiebre o el horror lo que hacían insoportables las especulaciones: ¿Era el apocado doctor y el bestial asesino uno? Delirio impreso. Apartó el diario, sintiendo que se ahogaba. Pero era tarde ya, el horror había saltado de las páginas a su mente. La oscuridad se llenó de monstruos. Subió las escaleras como un condenado sube al cadalso. ¿Será posible? Jeckyll transformado en Hyde o peor aún, más terrible aún, más…
Miró su habitación, sus cuadros temiendo que saliera la imagen de uno de ellos y se lanzara contra él, que se vistiera con sus ropas y saliera a mostrar la deformidad de pesadilla al mundo.Con qué miedo vio Dorian Grey su retrato.
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