Salgo del quirófano, me siento y enciendo un cigarrillo; mi mano derecha tiembla ligeramente.
La miro con atención. Es menuda, con dedos cortos y delgados. Sus articulaciones son huesudas y arrugadas y en su dorso sobresalen tendones y venas.
La miro fijamente y me sorprendo de todo lo que ha podido hacer hace un rato en la sala de operaciones esta mano que ahora enciende un cigarrillo.
La miro con atención. Es menuda, con dedos cortos y delgados. Sus articulaciones son huesudas y arrugadas y en su dorso sobresalen tendones y venas.
La miro fijamente y me sorprendo de todo lo que ha podido hacer hace un rato en la sala de operaciones esta mano que ahora enciende un cigarrillo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario