martes, 16 de marzo de 2010

Salto mortal - Víctor Lorenzo Cinca


La presión es máxima, pues sólo dispone de un intento. Se lo juega todo en ese salto: su presente y su futuro. Los dedos de sus pies, apoyados en el canto del trampolín, soportan su cuerpo tenso. Respira hondo, toma impulso y salta.

El doble mortal, de impecable ejecución, se enlaza con un difícil tirabuzón y medio dibujado en el aire, consiguiendo un salto casi perfecto. Lo único que le falta para rematar el ejercicio es no salpicar demasiado, y lo consigue: apenas unas pocas gotas de sangre que salen despedidas de su oído cuando impacta con las baldosas de la piscina vacía.

3 comentarios:

Ogui dijo...

Impresionante! Víctor, ofrezco el sombrero al aire y lo revoleo!

David Moreno dijo...

Me levanto y aplaudo Víctor. Intenso, espeluznante, trágico...

Un saludo indio

Víctor dijo...

Os pasáis, Ogui e Indio. Si llega a caer sin salpicar, ¿qué hacéis? Saludos.