Aunque lo está viendo con sus propios ojos, no quiere creerlo. En el rincón más oscuro del parque, ella -su princesa, su prometida- está besando apasionadamente a otro. No se lo piensa un instante y se dirige colérico hacia el chico rubio. Le agarra por el cuello, le atiza dos puñetazos y, una vez en el suelo, le propina patadas hasta hartarse. Complacido tras la paliza, se enciende un cigarrillo y se marcha a casa. Sobre el pavimento, tirado junto al arco, con un ojo morado, el labio partido y las alas rotas, Cupido maldice su suerte mientras una pareja con un par de flechas de oro clavadas en la espalda continúa besándose ajena a lo que ocurre a su alrededor.
Tomado de "http://realidadesparalelos.blogspot.com/
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2 comentarios:
Víctor, hermoso tu cuento. Un saludo grande Neli ♣
Neli, si te gustó, pásate por www.realidadesparalelos.blogspot.com a ver si encuetras más de tu agrado. Saludos.
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