Otto Schickelgruber, el hijo de Hitler, quería ser pintor como el padre, pero el arte no se le daba. Un día, paseando por la rambla de Mar del Plata, se dijo: “Seré director de cine como mi madre, la gran Leni Riefenstahl”. Se mudó a Hollywood y luego de realizar las tareas más humillantes y despreciables para ser considerado por los hermanos Warner, consiguió dinero suficiente y logró filmar un musical con Gene Kelly, que había perdido las dos piernas en Corea y por entonces zapateaba con las manos. La película se llamó El triunfo de la voluntad y ganó ocho Oscars.
Sergio Gaut vel Hartman
1 comentario:
Genial, muy buen cuento, original...
se consigue en dvd???
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