Se sabe insignificante cuando observa el cielo estrellado, diminuto cuando navega por el ancho mar, minúsculo cuando hace senderismo por las cumbres pirenaicas. Tan pequeño y sin embargo, al atravesar la puerta de su oficina, la sombra que proyecta sobre sus empleados es inmensamente aterradora.
Tomado de http://nocomentsno.blogspot.com/
2 comentarios:
Y sí: todo es relativo, incluso el tamaño del poder de un hombre...
muy bueno...
Me encantó! La verdad, muy bueno.
Publicar un comentario