El día del juicio final llegó a la Tierra.
Como estaba escrito, los muertos resucitaron y junto con ellos sus viejas rencillas y odios.
Los viejos enemigos se vieron cara a cara nuevamente y los vivos tomaron partido por uno o por otro.
Pronto se reinició una encarnizada batalla de todos contra todos.
Ya no fueron necesarias las plagas restantes para acabar con la humanidad.
1 comentario:
espectacular...y muy cierto, otra que nostradamus...
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