El agujero que se traga al mundo ha crecido bastante en los últimos días, merced a la paciencia de Fulvio que lo riega cada mañana con devoción. Yo he ido personalmente a elogiar su tarea. Porque, en definitiva, su cuidado es un acto de amor que hay que destacar.
Digo, en un mundo tan ligado a la crueldad y a la falta de sentimientos es un alivio saber que aún existen personas comprometidas que pueden cuidar de un pobre y tierno agujero que nos hundirá a todos en la oscuridad o tal vez algo mucho peor.
Tomado del blog
http://memoriasdeldakota.blogspot.com/
Alejandro Bentivoglio
4 comentarios:
Ya lo sabían los antiguos: "Hay amores que matan" Todo sea por el amor y hecho con amor no duele. ¡Gracias, Alejandro!
Alejandro, muy bueno lo tuyo. Un saludo grande.
Neli :)
gracias, nélida, saludos a vos también!
Hombre dedicado, Fulvio. De esos que logran todo lo que se propone.
Saludos!
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