Así podría volar lejos, tanto, que nadie podría alcanzarla en ese recóndito lugar a donde llegaría.
Así podría nadar hondo, tanto, que podría sumergirse días enteros sin salir a respirar.
Así podría fundir el fondo del mar con el borde del cielo, tanto, como ya lo había hecho otras veces.
Pero ahora quería quedarse allí. Esta vez, de las píldoras azules, tomaría algunas más.
1 comentario:
Quiero una píldora azul...
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