Un hombre es picado por una serpiente. Sabiendo que le quedan pocos minutos de vida, decide ir al pueblo para cobrarse una vieja deuda. Al entrar en el almacén de Navarro pide una ginebra y talla en la mesa el nombre del asesino de un antiguo vecino del pueblo. La gente comenzará a leer y la justicia deberá propagarse de boca en boca. Sabe que el fin está cerca. Se adormece, pero alcanza a escuchar un diálogo que Navarro mantiene con un desconocido: -Por fin me trae las nuevas mesas; a las viejas las voy a hacer astillas. La leña se paga bien. Antes de hundirse en la última capa de sueño, comprende por qué la justicia es inútil en esas tierras.
JUEGOS FLORALES 2024
Hace 2 meses
1 comentario:
Alguien deberá hachar las mesas, quizá lo lea...
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