Sólo siento el sonido del silencio. El salado sabor de los sollozos traza líneas sinuosas sobre mis labios secos. Surgen recuerdos salvajes que sobrepasan los siniestros rincones salamandrinos y se escapan con sigilo, serpenteando en el suelo de la sala. Simple y sencillamente, su sitio es sustituido por sinfonías de sueños rotos. Sobrepuesta, silabeo sentimientos, sensaciones y subrepticios sofismas.
Sobre el autor: María del Pilar Jorge
5 comentarios:
Sensacional, María!
Saludos!
Cuando terminé el cuento, me di cuenta de que había estado silbándolo.
Muy bueno, María, da gusto leerlo.
¡Gracias, amigos!
Me encanta la poesía, sobre todo cuando toma por sorpresa a la prosa...
muy bueno María!
Me encantan estos juegos con las palabras, donde abunda una de ellas. En este caso, eSes y eSes para dar y tomar.
Un saludo indio
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