Sigue teniendo esa cara de buena gente con la que me conquistó. No es que esté mal, pero a veces no se puede complacer a todos.
Él no podía resistirse. Lo supe cuando, después de decirle que había leído su intercambio de correos con Lucía, con su mejor cara de cordero degollado y muy convencido, me dijo “no lo pude evitar”.
Estuve ensayando esa misma expresión para cuando la policía baje de la terraza y me pregunte por qué se suicidó.
Claudia Sánchez
1 comentario:
Excelente micro. Me hace sonreír cada vez que lo leo.
Abrazos, Claudia.
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