Nos valdremos del aprendizaje metafórico. Tome usted una cebolla, esférica como la Tierra. Que no lo deslumbre la frágil película dorada que la recubre. Remuévala y comience a desgajar la blanda redondez capa por capa. A la mitad del viaje estará lagrimeando, continúe, obtener la comprensión del mundo no es fácil tarea. Pasa, en iguales cuotas, por el llanto y la paciencia. Al llegar adonde debería estar el corazón siga pelando, hasta desnudar la cebolla por completo. Entonces, habrá arribado a la verdad: tal es el mundo, ‘una nada bien envuelta’.
4 comentarios:
Muy bueno.
Joooder!
Gracias :-)
Deslumbrante y precisa,
hasta dan ganas de llorar de alegría.
Un abrazo,
Adonia
Publicar un comentario