CARTA APÓCRIFA
Héctor Ranea
Querido hermano Theo: Te agradezco el giro bancario. Le debía un mes de alojamiento a la señora Matilde y varias rondas de ajenjo a su marido, acá en Arles. He podido comprarme un adminículo para pintar que resiste mis arrebatos, pero creo que he gastado el dinero con soberbia. Tengo todo lo que necesito para vivir: El sol, los campos, un aposento digno, gente sencilla, bastante amena cuando bebe. Un abrazo, Vincent.
PS: Necesito que comprendas mi poesía, que no me dejes que la sociedad me vigile para que no tenga estas ideas. Necesito, más que dinero, tu amor. No sólo como persona sino por lo que estoy haciendo.
Esta postdata Vincent la cortó con un conocido cuchillo y la quemó. La carta la envió y jamás llegó: quedó enredada en un túnel de tiempos y memorias un poco falsas, otro poco apócrifas.
PS: Necesito que comprendas mi poesía, que no me dejes que la sociedad me vigile para que no tenga estas ideas. Necesito, más que dinero, tu amor. No sólo como persona sino por lo que estoy haciendo.
Esta postdata Vincent la cortó con un conocido cuchillo y la quemó. La carta la envió y jamás llegó: quedó enredada en un túnel de tiempos y memorias un poco falsas, otro poco apócrifas.
2 comentarios:
Este conto me tocou profundamente.
Talvez desejasse que assim tivesse acontecido e mais, que o post escrito houvesse ficado e chegado a seu destino. Será que Theo o compreenderia?
Estaba releyendo las notas de Artaud sobre Van Gogh: "el suicidado por la sociedad". Me llamó la atención la inundación de cuervos negros y la afirmación de que Theo no estaba en condiciones de entenderlo. Tal vez en las cartas a Theo, Vincent hace un llamado menos explícito. Quién sabe? Tal vez lo entendió tarde. Murieron uno temprano, el otro enseguida.
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