lunes, 1 de septiembre de 2008

Compartimentación - Jorge Martín


COMPARTIMENTACIÓN
Jorge Martín

No creía que fuera el único caso que en medio de una reunión alguna de las manos se independiza y ajena a todo protocolo rasca con fruición el lugar más inconveniente de nuestro cuerpo. En vano reclaman las neuronas que no emitieron orden alguna para un hecho tan descarado.
Hablar de la nariz es incursionar en un tema espinoso. Por más que me arriesgo a ser considerado paranoico sospecho un complot entre ella y el dedo índice. Esperan el momento de mayor concentración donde todo el organismo coopera en conjunto para escapar de la supervisión aprovechando la escasa vigilancia y someternos a vergüenza, con un hecho consumado.
Es hilar muy fino suponer que hay entre los dos, dedo y aparato olfativo una más que amistad. No puedo imaginar un amorío más inapropiado, para el resto del cuerpo. Medida precautoria: sugiero, en reuniones de rutina, cubrefosas nasales.

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