Primero existió una roca, grande, poderosa, monolítica. Hasta que decidió estallar y ocupar el vacío de la nada con sus hijos. Cada hijo era menor, más débil, y pequeño que la roca madre, y propenso a la putrefacción de la vida.
Destilaban agua y desechos, génesis y final.
Y cuando el imperturbable tiempo aniquiló cada roca, cuando sólo las creaciones menores conservaban su conciencia, y los recuerdos se dilataban en pesadas meditaciones sin fundamento, comenzó el reinado del agua y las lluvias.
Destilaban agua y desechos, génesis y final.
Y cuando el imperturbable tiempo aniquiló cada roca, cuando sólo las creaciones menores conservaban su conciencia, y los recuerdos se dilataban en pesadas meditaciones sin fundamento, comenzó el reinado del agua y las lluvias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario