Entierro - Ricardo Manzanaro

ENTIERRO
Ricardo Manzanaro

El enterrador, embarrado hasta la rodilla, intentaba adecentar el nicho, antes de depositar el ataúd, mientras no cesaba de jarrear. Pero lo que causaba el agrio ánimo del sepulturero no era aquel tiempo de perros, ni el celebrar el entierro a aquellas intempestivas horas. No podía soportar ver a los asistentes al entierro felices, alegres, cantando y brindando. Indignado, salió del agujero y se dirigió al grupo, increpándoles.
—¡Desgraciados! Son ustedes inmundos. Acaba de fallecer su compañero, y lo están celebrando. ¿Cómo pueden decir que son sus amigos y festejar su muerte?
—Verá… —Uno de los individuos se acercó al enterrador, mostrando su rostro—. Celebramos que nos reencontramos con nuestro amigo. No sé si se habrá fijado: somos zombies.

Ilustración: M.C.Escher