Genio culinario - Jorge Martín

GENIO CULINARIO
Jorge Martín

Comer uno de sus platos era una aventura de sabores, texturas y matices disputándose las papilas gustativas. Los componentes se guardaban en mayor reserva que las formulas diseñadas en laboratorios. Yo había tratado de acercarme a sus secretos pero fue inútil. Me llamaron cuando murió repentinamente, me había nombrado albacea de sus bienes. Me dejaba todo y pedía que cumpliera su última voluntad. Por primera vez traspasé la puerta de la cocina. En un cuaderno impecable sobre la mesada estaba la única receta que debía cocinar en su honor. La mezcla desconocida resultó un amasijo viscoso y hediondo que se retorcía escabrosamente. Una voz pastosa me dijo: —¿Qué comida quieres que sea, amo? —Destruí la cazuela con el contenido y quemé el cuaderno. Cerré todo y cuando salía contemplo horrorizado la receta repetida en las puertas, en las paredes, en el techo; era mi letra.