OJOS (VERSIÓN 2)
Ramiro Sanchiz
Apenas abrió los ojos (y hacerlo le proporcionó el extraño placer de la continuidad, recordando en el acto viejas sorpresas y dulces confirmaciones que no se desentendían con la desolación) descubrió que el mundo (hubiese sido tan difícil perder también esa vieja costumbre) sí había llegado a su fin.
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