RITUAL
Edilberto Aldán
Una ayuda para completar mi viaje, pedía nervioso a los pasajeros que entraban a la Terminal y les mostraba la mano; sobre las líneas de la palma navegaba una opaca moneda solitaria. Una moneda para completar mi viaje, repitió toda la noche, hasta que alguien se apiadó de su reclamo. Se recostó en el suelo con los brazos cruzados sobre el pecho y una moneda en cada ojo. Lo vimos desaparecer como una barca se pierde hacia la orilla de un río.
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