TERRORES
Olga A. de Linares
Vuelve a ver a las bestias agolpándose frente a él. Otra vez oye los aterradores sonidos que emiten al tender esas zarpas pálidas, esas desnudas garras, hacia su cuerpo. Bendice una vez más la jaula que les impide alcanzarlo. Pero a veces lo aterra pensar en que, de algún modo, puedan traspasar sus límites. Por suerte, el sol ya está bajando.
Pronto los horribles visitantes se irán y el Zoológico recuperará la calma.
Pronto los horribles visitantes se irán y el Zoológico recuperará la calma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario