El amigo Rafael, en lugar de venir con nosotros a jugar al fútbol los sábados al Club del Puente, sale con su bicicleta y recorre Pampa de los Muertos buscando los huesos que los años van desenterrando poco a poco. Dice que descubrió un lugar (que siempre mantuvo en secreto) en el que hay muchos huesos de hombres y mujeres enterrados juntos. Los vende a las escuelas para que enseñen anatomía y con los pesos que junta está haciendo un Museo para exponer lo que no puede vender. Nunca nos mostró nada de eso porque dice que aún nadie está preparado para ver.
Ilustración: M.C.Escher
2 comentarios:
Inquietante relato, Héctor, no sé si por lo que dice, lo que no dice, o por las memorias que trae a mi mente...
Todo lo que quieras: trae a la memoria, inventa, olvida o se lleva de la memoria... A mí también me inquieta.
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