LA HUIDA
Amanda Demafer
El loco llevaba cinco semanas prisionero en el manicomio. A los cuarenta y siete días, desesperado por el encierro, decidió planear la estrategia para huir de aquel lugar que cada día aborrecía más...
Se levantó tarde, no bebió su acostumbrado café, dio vueltas su pijama, se arrancó la mitad del cabello, y fingió convulsiones venideras... el médico, al mirarle, le dio el alta de inmediato.
Salió a la calle, se sentó a reposar en una banca, respiró el aire que tanto anhelaba... y se retiró pronto; sabía que en cualquier momento descubrirían que habría sufrido una nueva crisis.
Se levantó tarde, no bebió su acostumbrado café, dio vueltas su pijama, se arrancó la mitad del cabello, y fingió convulsiones venideras... el médico, al mirarle, le dio el alta de inmediato.
Salió a la calle, se sentó a reposar en una banca, respiró el aire que tanto anhelaba... y se retiró pronto; sabía que en cualquier momento descubrirían que habría sufrido una nueva crisis.
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