viernes, 31 de octubre de 2008

Maníes - Juan Torchiaro


MANÍES
Juan Torchiaro

En verano, después de la siesta y la leche, salíamos a la puerta con las sillitas de mimbre. El nono contaba una vez más, en su media lengua, el cuento de la misciarella, mientras llegaba ese vientito que hace ir la tarde. Entonces sonaba por ahí la corneta del manisero y desde la esquina aparecía su locomotora cargada de maníes calientes.
Sólo que esa vez el viento pasó más rápido, llevándose repentinamente la tarde. Así como aquella locomotora que nos dejó un puñado de maníes, y se llevó para siempre al nono.