Era un cocodrilo enciclopedista que leía poemas románticos y postulados ochocentistas en resmas añejadas de melancolía, distancia, locura y muerte. El día que su amada lo abandonó, hastiada de papeles amarillentos y apolillados, de suspiros y ayes de reclamo, cuentan los que lo vieron que lloraba con lágrimas de hombre, el cocodrilo.
Imagen: Wild Horse de ~hEERB
1 comentario:
Muy bueno! Así vemos el mundo desde la perspectiva cocodileocentrista, por una vez...
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