¿No escuchas ese ruido? Parece que alguien ha entrado en la casa. No te levantes. Tápate con la sábana. Aquí, en la cama estaremos seguros (Mientras acaricia su pelo, desliza una mano hacia la mesilla de noche. Abre la gaveta y saca su pistola. Siempre está cargada y nunca tiene puesto el seguro). No llores, no pasa nada. Tú espérame aquí, bien tapada, que yo vuelvo enseguida (Sabe que ya tocó que lo vinieran a buscar, pero duda entre luchar o rendirse. Primero apunta al bulto sobre la cama y luego se mete el cañón en la boca. Repite el movimiento tres veces de forma mecánica, como si quisiera memorizar el último gesto de sus vidas).
Tomado de Hiperbreves, S.A.
2 comentarios:
¡Terriblemente bueno! Un placer leerlo.
Saludos!
Impresionante, muy fuerte, muy bien logrado!
Publicar un comentario