Sucedió unos diez mil años atrás cuando los días desembocaban en largas noches. Eran tiempos oscuros, de frío intenso y de cavernas. El primer hombre consiguió domesticar el fuego. No hubo fiesta. Y sí mucho miedo. La recompensa de su pueblo por temor a que fuera un mensajero del diablo fue ser castigado a la hoguera.
1 comentario:
Terriblemente cierto...
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