Angustiado por un amor esquivo, un hombre decide suicidarse saltando desde el puente que cruza el río Yuán. Tiene la mala suerte de caer sobre la barca de un humilde pescador que navegaba a altas horas de la noche, cuando reina el silencio y hay mejor pique. Mata al pescador que era aquél con quien la mujer había decidido quedarse.
Los jueces encuentran culpable al fallido suicida y lo condenan a la horca. Esta vez el hombre logra su cometido y pasa al trasmundo sin inconvenientes de importancia.
2 comentarios:
¡Muy bueno! Perfectamente pensado y bellamente escrito. ¡Bravo!
Me encantó, también.
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