Se había anticipado a la cita. Y es que Luis tenía la costumbre de llegar siempre diez minutos antes.
Mientras tomaba un café, pensaba en Liberta, su Dulcinea, la mujer con la que compartiría su vida, sus sueños, ilusiones, esperanzas. ¡Eran tantas las cosas que sentía por ella, sin apenas conocerla!
Se preguntaba cómo sería físicamente, pero eso no cambiaría nada. "La belleza está en el interior", recordó. Y eran muchas las virtudes que adornaban a Liberta. Lo demás apenas importaba.
Estaba seguro: aquellos anuncios en el periódico cambiarían sus vidas. Aparecieron el mismo día, en la misma página, como si el destino los hubiera elegido al uno para el otro. Ambos se buscaban, estaba claro. Todo eran señales en favor del encuentro. Ella había publicado "Ama busca sumiso". Él, "Sumiso busca Ama".
Ilustración: "Strawberry beach", Yacek Yerka
3 comentarios:
Una delicia de acorde. Como en música, un poco de simetría siempre viene bien para una relación. El sistema de encaje que se busque es casi todo. ¡Muy buen cuento, Javier!
la belleza está en el interior del cuero, digo, cuerpo...muy bueno Javier...
ja! Ta bueno
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