sábado, 8 de enero de 2011

Juris metamórfica – Sergio Gaut vel Hartman


Cuando Franz Kafka se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto. “Durante la noche tuve horribles pesadillas: me transformaba en una mariposa, un obeso y obseso cazador de ciervos trataba de venderme unos zapatitos de bebé; despertaba y un espantoso dinosaurio abría sus fauces para devorarme. Ahora esto”.
—¿Qué nueva excusa ridícula estás pergeñando para no asistir a tus clases en la facultad? —aulló Hermann Kafka entrando a la habitación de su hijo sin llamar—. ¿Crees que quedándote en la cama podrás eludir tus responsabilidades? ¡Vago! ¡Haragán! ¡Inútil!
—Pero padre —argumentó Franz con una voz débil y desfalleciente, la clase de voz que todos imaginamos en un insecto— no puedo presentarme en los Tribunales con este aspecto.
—¡Qué dices, insensato! Tu metamorfosis se ha completado. Ahora tienes exactamente el aspecto que debe tener un abogado exitoso.

2 comentarios:

Luisa Hurtado González dijo...

Me empecé a temer el comentario final cuando vi que la madre no iba por la escoba.
¿por qué será que los abogados son tan queridos?

El Titán dijo...

jajaaj excelente...y lo digo yo que voy camino a eso aunque mi forma preferida sea la de cuervo...