Mi paranoia crece y yo la voy regando todos los días para que esté robusta, para que sea fuerte y resista los embates de la realidad. Incluso cuando duermo, me concentro en pesadillas que transcurren en interminables laberintos donde soy perseguido y donde intento correr pero no puedo hacerlo. Para lograr esto solo debo tener la precaución de atarme las piernas con las sábanas al ir a acostarme y santo remedio.
Alejandro Bentivoglio
3 comentarios:
muy bueno!!! me encantó la idea...
Excelente lo puedo citar?
gracias por los comentarios!! qué bueno que les haya gustado. Y pablo, sí, citalo. si lo posteas pasame el link así lo comparto en mi muro. saludos!!!
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