Puse la flor que me regaló en un libro suyo. Olvidé el libro que me regaló en su biblioteca. Guardé la biblioteca que me regaló en su yate. Atraqué el yate que me regaló en su isla. A la isla que me regaló le encontré su lugar en el mundo. Elegí una galaxia y allí situé el mundo que me regaló. Dispuse la galaxia que me regaló en una curva del universo. Con mucho cuidado coloqué el universo que me regaló en el cáliz de una flor. La flor que me regaló se marchitó.
Tomado de: http://nalocos.blogspot.com/
1 comentario:
Precioso.
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