martes, 29 de marzo de 2011

La poesía ya no me conmueve - Fabián Vique


Para seducir a la chica tu-pupila-es-azul, quiso escribir los versos más tristes esa noche. Pero no pudo, tenía demasiada confianza en sí mismo, estaba contento, una estúpida sonrisa chorreaba de su boca y de su pluma. Le salió un versículo patético, ridículamente esdrújulo, que la chica, por fortuna, ni siquiera llegó a leer porque esa noche salió con un economista.

Tomado de: http://minificciones.com.ar/

Imagen: Little Bird 8, de Sesfitts en deviantArt

2 comentarios:

Javier López dijo...

Magnífico cuento. Redondo.

Anónimo dijo...

Ya lo había leído por ahí, es genial. No tiene desperdicio