lunes, 1 de septiembre de 2008

Abnegación - José Vicente Ortuño


ABNEGACIÓN
José Vicente Ortuño

A mi madre

Vino al mundo en un país de lengua y costumbres extrañas, donde sus progenitores eran emigrantes. La infancia en su país se vio truncada por la guerra civil que desangró su patria. La alegría de la juventud quedó velada por el hambre y la miseria de la posguerra. Su madurez fue toda dedicación y amor, desvivirse, velar y sufrir por su esposo e hijos.
Sería justo esperar que recibiese una recompensa digna, por una vida de sacrificio desinteresado por los demás, sin embargo, la vejez tampoco le ha dado tregua, sólo dolor, sufrimiento y una condena: permanecer sentada, con la mirada perdida y el gesto ausente, separada de la realidad por una capa invisible e impermeable, que le impide recordar el nombre de sus propios hijos.

Ilustración: Salvador Dalí

2 comentarios:

Olga A. de Linares dijo...

Tristemente cierto: la vida suele estar llena de injusticias similares... Tu relato duele igual que esa realidad.

Unknown dijo...

muy bueno, José. Y qué tristeza!