DOMINGO
Jordi Cebrián
Será un domingo tranquilo, en casa, y observa aliviado desde el balcón el denso tráfico, y de pronto está allí, ante un volante en el calor del embotellamiento y, con el pie en el freno, mira pasar un tren allá a lo lejos, y de pronto está allí, sentado en el vagón junto a la ventana, viendo cómo la carretera va quedando atrás y el paisaje desfila ante sus ojos desconcertados, y ve pasar una granja, y un campo con vacas, y de pronto está allí, paciendo estupidamente mientras ve alejarse el tren, ese domingo que iba a ser tranquilo.
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