TRANS
Diego Planisich
Tallado por la lengua de mil mariposas se levantó, lavó su cara y salió a la calle. La vereda amó sus cordones, él puteó mientras pudo, silbó bajito después.
Se fue consumiendo y sólo quedaron la colilla y él.
Tocó a la puerta.
—¡Hola!
Se fue consumiendo y sólo quedaron la colilla y él.
Tocó a la puerta.
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