ECONOMIZANDO FUERZA
Ambrose Bierce
Un Hombre Débil que iba colina abajo se encontró con un Hombre Fuerte que subía, y le dijo: —Vengo en esta dirección porque requiere menos esfuerzo, no porque lo haya elegido. Le ruego, señor, que me ayude a volver a la cumbre.
—Me alegrará hacerlo —dijo el Hombre Fuerte, con el rostro iluminado por una gloriosa idea—. Siempre he considerado a mi fuerza un don sagrado que se me confió para bien de mi prójimo. Lo llevaré arriba conmigo. Póngase detrás de mí y empuje.
—Me alegrará hacerlo —dijo el Hombre Fuerte, con el rostro iluminado por una gloriosa idea—. Siempre he considerado a mi fuerza un don sagrado que se me confió para bien de mi prójimo. Lo llevaré arriba conmigo. Póngase detrás de mí y empuje.
Fotografía: J.V.Ortuño
1 comentario:
Jajajaja que hijo de la chingada jajajaa lo a ayudar sii como no!!! Pero más güey sería el otro di lo ayuda a subir… aunque suele darse d¬¬ jajajaja
Saludos
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